Ensayos de Propiedades físicas
Los ensayos de propiedades físicas tienen como finalidad evaluar los materiales ante la actuación de agentes físicos como pueden ser el volumen o el peso. Entre este tipo de pruebas destacan las de resistencia como unas de las más comunes.
Además de estas últimas, ensayos como el que estudia la rugosidad superficial o el de la detección de fugas son algunos de los test que abarca este campo, en el que Infinitia te ofrece sus servicios.
En Infinitia Industrial Consulting contamos con un avanzado laboratorio que permite realizar una amplia gama de pruebas para diferentes propiedades físicas de los materiales.
Durabilidad y resistencia
Los ensayos de durabilidad y resistencia se centran en determinar estos dos parámetros en un material determinado. En el primer caso, la durabilidad se refiere a la vida útil de un determinado material y su capacidad para soportar fenómenos ambientales u otros como impactos o cargas.
En cuanto a la resistencia, este término alude a la capacidad de un material para oponerse a la deformación o ruptura cuando actúan sobre él fuerzas o cargas extremas. Dentro de este campo se pueden encontrar distintos tipos de prueba, como la de la resistencia a la fractura o al impacto.
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Prueba de resistencia a la fractura
En este caso, la prueba busca medir la propensión de un material a propagar una grieta. Los ensayos han demostrado que las grietas se producen por apertura, cuando dos piezas del material se separan en el plano vertical; por deslizamiento de los bordes, cuando el material se divide en el plano horizontal; y por desgarro, cuando el material se divide con una pieza, moviéndose diagonalmente hacia arriba y la otra diagonalmente hacia abajo.
A la hora de utilizar un material destinado a un determinado uso, debemos cerciorarnos de que no se vayan a producir fracturas. Por ello, se llevan a cabo un análisis de la forma en que se rompen los materiales. Por ejemplo, en el caso de conductores metálicos, se establece la causa de la fractura y, en última instancia, se lleva a cabo su rediseño.
Prueba de resistencia al impacto
Muchos materiales, sensibles a la presencia de defectos, grietas y muescas, fallan repentinamente a causa de un impacto. Los ensayos de impacto más comunes (Charpy e Izod) emplean un péndulo que oscila para golpear una barra con muescas.
Las alturas antes y después del impacto se utilizan para calcular la energía necesaria para fracturar la barra y, en consecuencia, la resistencia al impacto. Los no metales, como la madera, pueden ensayarse como vigas apoyadas, de forma similar al ensayo Charpy.
En cuanto a los condicionantes ambientales, algunos materiales varían su resistencia al impacto según se sometan a diferentes temperaturas, volviéndose algunos de ellos, por ejemplo, muy frágiles cuando están fríos.
Rugosidad superficial
Esta prueba va a detectar las irregularidades y particularidades que se pueden encontrar en una superficie, muchas veces siendo un resultado indeseado del proceso de fabricación. De esta manera, la rugosidad vendría definida por las marcas que dejan aquellos elementos que trabajan sobre la superficie en el mecanizado, como pueden ser herramientas o factores químicos.
Detección de fugas y estanqueidad
Las pruebas de estanqueidad buscan comprobar que no existen fugas en un sistema determinado en el que hay presentes fluidos sometidos a presiones concretas. Para llevar a cabo estos ensayos son habituales pruebas como:
Ensayo de vacío o por caja de vacío. En este caso, se somete al vacío el exterior del material que se prueba, a la vez que se aplica una sustancia burbujeante.
Ensayo directo de burbuja. La presión y, de nuevo, una solución burbujeante en la superficie exterior, son los elementos que permiten a este prueba detectar posibles fugas.
Ensayo de fugas de halógenos o helio. En este caso, la prueba consiste en introducir estos elementos como sustancias trazadoras y, mediante un equipo detector, medir su presencia en el exterior.
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