- La ciencia y tecnología de alimentos, la responsable de diseñar los los alimentos del futuro
- Las tendencias actuales se centran en la alimentación saludable y sostenible.
- INFINITIA ofrece soluciones viables a empresas que quieren introducir o modificar alimentos en el mercado.
Todo en formato pastilla, alimentos que no engorden o quizás una dieta basada en pastillas o comida de la NASA. Son algunas ideas que nos vienen a la cabeza, muchas veces influenciadas por películas de ciencia ficción, cuando hablamos de la alimentación del futuro. Entrevistamos a Elena Díaz, dietista-nutricionista del departamento de tecnología de alimentos de INFINITIA, consultoría industrial referente en Aragón, para preguntarle por su visión sobre la alimentación del futuro.
En términos generales, ¿Cómo será la alimentación del futuro?
No te puedo decir con seguridad cuál será nuestra dieta dentro de unos años. Lo que sí podemos saber es que no será como la concebimos a día de hoy, igual que nuestra alimentación ha cambiado con respecto a la de nuestros abuelos. Esto es porque la dieta es tan cambiante como las posibilidades y necesidades de la sociedad y, por tanto, las tendencias responden y se adaptan al momento. Estos cambios afectan también a la producción de alimentos y la manera de consumo.
Viendo las tendencias actuales, podemos dejar atrás las ideas futuristas que se plantean en la ciencia ficción sobre la alimentación. Todo apunta a que la alimentación tenderá a ser más consciente. Más consciente en el plano sensorial, nutricional y sostenible.
¿Cómo ha evolucionado la alimentación a lo largo de la historia?
Existen tres etapas diferenciadas a lo largo de la historia que ayudan a dar forma a los hábitos actuales en los países occidentales.
La primera de ellas responde a la propia gestión alimentaria, en asegurar la soberanía alimentaria. Con la llegada de la revolución industrial llegó la seguridad. La producción a gran escala de alimentos conjugado con los avances de la microbiología, permitieron garantizar la disponibilidad y seguridad alimentaria, junto con el desarrollo técnico-legal.
La tercera fase es la que atravesamos en estos momentos, donde el concepto de calidad ha adquirido un sentido mucho más amplio. Ahora el consumidor no sólo busca algo que esté rico, demanda mayor calidad. Entran en la ecuación nuevas variables previamente no consideradas como la conciencia del medio ambiente, el bienestar animal, o la calidad nutricional del alimento.
¿Puedes comentarnos un poco más acerca de este nuevo concepto de calidad? ¿De dónde nace y hacia dónde se dirige?
Las nuevas tendencias de alimentación en los países desarrollados están poniendo el foco en la alimentación saludable y sostenible. Esto nace de la mayor consciencia de la relación alimento-salud que se conjuga con la posibilidad de alimentarse de manera sostenible. Además, en el contexto de la pandemia, la población ha incrementado todavía más su preocupación por ambos aspectos.
La demanda de productos más sostenible se observa en la mayor demanda de productos generan una menor huella de carbono en su producción (sello o bien por preferencia de producto locales).
Además, hay mayor preocupación por la reducción del desperdicio alimentario, tanto a nivel doméstico, restauración e industrial. Prueba de ello son el auge de técnicas como el batchcooking, startups que funcionan como intermediarios entre establecimientos y consumidor para vender productos que de otra manera se tiraría a la basura o innovaciones para revalorización de subproductos de la industria alimentaria
En cuanto a la salud, se demandan productos con bajo nivel de procesado y con ingredientes de calidad. Además, tendencias en las que priorizan el consumo de alimentos de origen vegetal frente a los de origen animal entre las que se encuentran dietas veganas, vegetarianas o flexitarianas, están cada vez más presentes en la sociedad. Además de tener raíces sostenibles y potencialmente más saludables, estos movientes surgen también por el bienestar animal
Además, la facilidad y rapidez de la preparación juega a favor de los productos que se adaptan: el frenesí diario invita a dedicar menos tiempo a la elaboración de los platos, por ello surgen “cocinados rápidos”, eso sí, de alta calidad. Y sabrosos, lo cual está siendo uno de los mayores retos para la industria alimentaria.
¿Algunos ejemplos que ya podemos ver en el mercado?
Digamos, hay diferentes grados de madurez de las tendencias. La Industria alimentaria trabaja constantemente para desarrollar nuevas oportunidades y soluciones.
Los restaurantes son el escaparate más tangible de las tendencias del futuro. Digamos, representa las tendencias que “han pasado el filtro” de las innovaciones propuestas por la Industria alimentaria. El siguiente nivel, es llegar al consumidor a nivel doméstico.
Entre las tendencias más punteras y asentadas están la proteína alternativa (algas, insectos, vegetal…), huertos verticales, alimentos enriquecidos, impresión 3D o la nutrición personalizada.
¿Qué papel tiene la industria en este proceso? ¿Qué puede aportar Infinitia?
Como comentábamos, la Industria juega un papel esencial para proponer y desarrollar soluciones a las necesidades del momento. Los cambios en las tendencias alimentarias se han convertido en todo un reto para la ciencia y tecnología de los alimentos y todas las áreas que, como ciencia multidisciplinar, abarca. Esto va desde dietistas-nutricionistas, ingenieros, biotecnologías, tecnólogos de alimentos, chefs….
INFINITIA ofrece soluciones viables a empresas que quieren introducir o modificar alimentos en el mercado, y tiene experiencia en este campo. Algunos casos de éxitos son el estudio de proteínas alternativas, la impresión 3D de alimentos, tecnologías de desinfección y determinaciones de calidad de alimentos.
¿Cuál es tu propuesta personal?
Considero que la situación de crisis ambiental y sanitaria de los últimos años ha promovido la reflexión colectiva e individual sobre la importancia de crear sistemas alimentarios resilientes que tengan en el punto de mira la salud y la sostenibilidad.
No obstante, para llegar a dicho sistema, considero que no debemos olvidar el factor de la accesibilidad, tanto económica como física, para la mayoría de población para decir que se han conseguido estos objetivos. A día de hoy muchas de estas tendencias requieren de desarrollo de tecnologías para poder escalar a nivel industrial. Aunque queda trabajo por hacer, creo que la Industria va por el buen camino.