Los materiales están compuestos por una serie de parámetros que se estudian y se ensayan en su aplicación. Algunos como la resistencia o la dureza son comunes en los análisis. Sin embargo, otros parámetros como los sensoriales son menos observados.
Estas cualidades destacan durante la interacción que tiene el consumidor con el producto. La aparencia, el tacto o el olor son algunos ejemplos. Pantallas táctiles, compuestos soft touch, el aroma que desprenden algunos productos, accesorios como gorros, bolsos, o incluso los embellecedores en los vehículos… Todos esos elementos están intervenidos por nuestra percepciones sensoriales, aunque nosotros, como usuarios, no lo pensemos al verlos. En este sentido, en este artículo, ahondamos en la importancia de los paneles sensoriales como herramienta para conocer y estimular los sentidos ante el desarrollo de un nuevo producto.
“El panel sensorial sirve a nuestros distintos ámbitos de especialización a través de una acción relacionada con las sinergias”, afirma Javier Sanz, CEO de Infinitia. “Desde nuestra empresa, la investigación está avanzada en el campo de los alimentos”, precisa. De esta forma, destacamos el diseño y entrenamiento de panelistas para cata de alimentos como proyecto relevante entre nuestros casos de éxito.
No obstante, esta metodología también puede extenderse a los materiales, hasta tal punto que llegamos a desarrollar nuevos métodos, innovando con normas o análisis hechos a medida, según las necesidades requeridas. Todo esto, además de seguir trabajando con análisis ya perfeccionados.
Aplicable a casi cualquier sector y con una amplia experiencia, algunas de las pruebas sensoriales que estamos acostumbrados a hacer en INFINITIA son, según señala Regina de Diego, especialista en Ingeniería de Alimentos, “en primer lugar, pruebas descriptivas; éstas consisten en escalas comparativas para poder ordenar diferentes cualidades de las muestras de materiales. Luego, discriminativas, que resaltan las diferencias entre muestras similares. Por último, las hedónicas o afectivas, que se encargan de remarcar y cuantificar el grado de agrado o desagrado de un producto -o, en este caso, un material-”.
Las principales ventajas que proporciona el uso de un panel sensorial relacionado con alimentos o materiales tienen mucho que ver con obtener respuestas de los deseos de los consumidores a través de un enfoque interdisciplinar. Como ocurrió, por ejemplo, con el diseño de producto y aguas saborizadas desde un enfoque interdisciplinar. Así, a la par que recabamos información relevante, comprendemos el comportamiento del usuario respecto al resultado final que necesitamos obtener.
Sanz explica un proyecto reciente en el que desde su equipo han estado trabajando: “Tenemos un cliente que quiere desarrollar un producto determinado y necesita, por ende, unas características determinadas. Su preocupación estaba relacionada con el envejecimiento de los materiales. ¿Cómo cambia el material con el paso del tiempo? Esta prueba, en la industria, no está tan estandarizada. Gracias al panel sensorial realizado logramos un input muy valioso para validar qué materiales necesitábamos para construirlo”.
Esto es especialmente importante en las fases tempranas en las que se está desarrollando un producto y se están validando a través de iteraciones de MPV. Lo importante es definir cuál es el producto mínimo viable, es decir, hasta dónde quieres llegar”, explica Inko Romero, consultor de Desarrollo de Producto en Infinitia. Se trata de concretar lo mínimamente necesario para sacar la máxima información. Y en estos MPV, el panel sensorial es una herramienta crucial para confirmar o desechar diversos conceptos.
En definitiva, el panel sensorial es un método empleado para comprobar las diferencias entre productos, materiales o alimentos, lo que lleva, en última instancia, a lograr un resultado óptimo. En INFINITIA te ayudamos a desarrollar tu producto, eligiendo el material adecuado teniendo en cuenta tus requisitos. Ponte en contacto con nosotros y cuéntanos tu caso. Estaremos encantados de ayudarte.