Cristina Franco, UX Design Specialist de INFINITIA, eligió la carrera de Ingeniería de Diseño y Desarrollo de Producto -titulación de la que se graduó hace cuatro años- “por la fusión entre aspectos técnicos y creativos”, además de por “la conexión de los productos y las personas”. Si bien a lo largo del tiempo ha ido añadiendo nuevos atributos a su profesión -ya que luego se interesó, entre otras cosas, por el User Research- sus inicios han marcado el impulso para llegar a lo que es hoy.
Durante su último año en la Universidad de Zaragoza, Franco realizó una beca en INFINITIA como Ingeniera de Diseño de Producto en el Departamento de Diseño Estratégico, el mismo del que ahora forma parte. En este período descubrió otras especialidades que le llamaban la atención y, al acabar su contrato, quiso tener una experiencia internacional. Así pues, se marchó a Copenhague durante medio año para trabajar en un estudio de diseño de producto. Allí puedo desarrollar proyectos más globales desde la perspectiva de la sostenibilidad y los materiales, situando siempre al usuario como foco.
En 2021 estudió un máster en la Escuela Universitaria de Diseño, Innovación y Tecnología (ESNE) por el que se especializó en el Diseño de Experiencia de Usuario para Productos y Servicios Digitales; disciplina centrada en la metodología de diseño para analizar la experiencia del usuario que engloba otras disciplinas como Diseño UX, UX Research, Service Design, etc.
Después, volvió a Zaragoza para formar parte de nuevo de INFINITIA, donde empezó (y continúa ahora) su vida laboral. Sus funciones actuales consisten en analizar el mercado y llegar a entender a los usuarios, su percepción, sus hábitos y necesidades dentro de cada proyecto, poniéndoles en el centro. Todo, con el objetivo de tener en cuenta sus necesidades y deseos para generar nuevos diseños o validar conceptos tratando de mejorar su experiencia al máximo.
En este camino, Cristina reivindica la importancia del diseño en todas sus disciplinas, pues considera que “en muchas ocasiones, el rol del diseñador no se entiende”. “Al trabajar en un proyecto que consiste en desarrollar un producto para lanzar al mercado, es imprescindible analizar el entorno para detectar oportunidades e investigar a los usuarios para conocer sus necesidades y deseos, validar los conceptos e ideas”, detalla. “De esta forma, al sacar el producto, vas a tener la seguridad de su viabilidad”, añade.
Asimismo, Cristina resalta como hitos dos reconocimientos recibidos a lo largo de su trayectoria profesional. Ambos, conseguidos en 2018: uno, el premio en el concurso de diseño de envase y embalaje en el Clúster de packaging y, el otro, el premio en el concurso factor-idea en colaboración con la Universidad de Zaragoza y BSH Electrodomésticos España.
No obstante, indica que “cada proyecto a abordar es un éxito”, pues “ninguno es igual al anterior”, lo que “permite desarrollarlos con motivación” y “entenderlos como retos”. En suma, apunta que, “poder llevar a cabo trabajos tan dispares -sobre alimentación, medio ambiente, automoción, hogar…- te permite tener una visión global sobre muchos temas y aprender con respecto a ellos”.
Ahora bien, a Cristina todavía le queda mucho camino por delante. En este sentido, entre sus inspiraciones profesionales, destaca: “Aumentar el número de proyectos y de clientes, convirtiéndolos en referentes del diseño estratégico y pudiendo tener un impacto dentro del mismo que ayude a mejorar la experiencia de los usuarios”.