El futuro de la industria alimentaria son los envasados activos. Este desarrollo tecnológico consigue aumentar la vida útil de los alimentos sin comprometer su calidad. ¿Quieres saber más acerca del envasado inteligente? En este artículo te lo contamos.
¿Qué es un envase activo?
El envase activo es un sistema de envasado que sirve para mantener y mejorar las propiedades sanitarias, organolépticas, la calidad del producto y extender la vida útil de los alimentos. Los envases activos emplean una tecnología que libera o absorbe intencionadamente compuestos de los alimentos, lo que permite prolongan la vida útil de los productos al detener las reacciones de degradación de la oxidación de los lípidos, el crecimiento microbiano y la pérdida y ganancia de humedad.
Se trata de una industria en pleno crecimiento y desarrollo, ya que los consumidores demandan productos frescos, sanos y fáciles de consumir, pero que puedan almacenarse un periodo de tiempo cada vez más largo.
Si bien es cierto que los envases en forma de paquetes independientes o bolsas separadas existen desde hace más 50 años, es en estos últimos tiempos cuando la tecnología experimenta una evolución capaz de integrar en la estructura del envase los activos que mejoran las propiedades de conservación de los alimentos. Además, este enfoque integrado reduce los costes y convierte el envasado activo en un proceso fundamental de la cadena de producción.
Usos y tipos de envases activos en alimentos
Los envases activos se pueden clasificar en función de los sistemas utilizados de la siguiente forma:
- Envases activos con sistemas de temperatura: Permiten enfriar o calentar el alimento e incluso cocinarlo dentro de la propia bolsa o recipiente.
- Envases inteligentes absorbentes o emisores: Los absorbentes eliminan sustancias no deseadas como el oxígeno, el etileno, el exceso de humedad y los olores. En cambio, los emisores liberan sustancias antimicrobianas, como el dióxido de carbono y el etanol.
- Envases activos que modifican la composición de los alimentos: Se trata de aditivos antimicrobianos, absorbentes del sabor y del olor, enzimáticos o antioxidantes que interactúan con los alimentos.
Por otro lado, los envases activos funcionan de dos maneras diferentes. Bien colocando el elemento activo dentro del envase en un paquete, sobre o etiqueta, o bien incorporando el activo en el propio material del que está fabricado el envase mediante sistemas como la laminación, extrusión o impresión. El segundo mecanismo es más interesante, ya que los consumidores no se encuentran con objetos extraños dentro del envase alimentario que pueda llevar a confusión.
Composición y aplicación de envases activos
Podemos encontrarnos con los siguientes tipos de envases inteligentes atendiendo a su composición:
Envases absorbentes de oxígeno
Los absorbentes de oxígeno detienen la oxidación e inhiben el crecimiento microbiano. El componente más común en los absorbentes de oxígeno es el hierro, seguido del ácido ascórbico, que se incorpora a las estructuras poliméricas formando un revestimiento capaz de absorber el oxígeno, como el que encontramos en la parte inferior de los cierres de cerveza.
Envases inteligentes capaces de eliminar el etileno
Los eliminadores de etileno, como el 1-metilciclopropeno, prolongan la vida útil de los productos al ralentizar el proceso de maduración y la degradación de los alimentos. El compuesto 1-MCP también se suele utilizar en el lavado y procesamiento de productos frescos para bloquear los receptores de etileno y ralentizar la senescencia.
Envases antihumedad
Los envases que poseen componentes antihumectantes controlan la humedad y absorben el líquido que escurre de los alimentos, lo que prolonga la vida útil del producto. Las almohadillas, los envases desecantes y las bandejas rígidas son algunos ejemplos de este tipo de envases. Sin embargo, la adición de hidrogeles de alta capacidad a las estructuras de los envases permite un control más eficaz de la humedad.
Envases activos emisores
Los envases alimentarios que están fabricados con compuestos emisores disminuyen los efectos del deterioro derivado del crecimiento microbiano, la oxidación o la maduración incontrolada mediante su contacto directo con los alimentos y su difusión desde el envase inteligente.
Por ejemplo, cuando se emite un antioxidante en el espacio superior del recipiente consigue disminuir el oxígeno. Como es el caso de algunos cereales envasados en los que el hidroxianisol butilado, o el hidroxitolueno butilado, emitido desde material mediante las modificaciones del acabado superficial en el plástico, detiene la oxidación de los lípidos. Del mismo modo, también presentan propiedades antimicrobianas los emisores de dióxido de carbono que se utilizan en combinación con los gases del envasado en una atmósfera modificada, por ejemplo, de nitrógeno.
Nanomateriales antimicrobianos
La capacidad de las nanopartículas para crear una atmósfera antimicrobiana en el envase activo eficaz contra la listeria, la salmonela o el E-coli convierte a los nanomateriales, especialmente metálicos como la plata combinada con dióxido de titanio u óxido de zinc, en una de las apuestas del futuro de la industria alimentaria. Algunas aplicaciones de los metales antimicrobianos de tamaño nanométrico incluyen el zumo de naranja, los quesos blandos, los productos frescos y la carne de charcutería.
Otros compuestos utilizados en los envases activos
El uso de especias, aceites esenciales, enzimas y polímeros alimentarios en los materiales de envasado para inhibir el crecimiento de moho está limitado por el grado en que los sabores u olores inherentes pueden transferirse a los alimentos.
Sin embargo, no cabe duda de que el desarrollo de nuevos componentes capaces de preservar la vida útil de los alimentos es una realidad en auge dentro de la industria alimentaria. Por eso, en Infinitia contamos con los mejores expertos en este ámbito. Contacta con nuestro equipo de innovación en materiales y estudiaremos personalmente tu caso para ofrecerte la mejor solución.