Los métodos científicos ayudan a mejorar la calidad y productividad de los alimentos. La demanda de productos saludables y con el menor impacto sobre el medio ambiente ha aumentado en los últimos años. La empresa de ingeniería Infinitia dispone de profesionales expertas en la tecnología de alimentos y un laboratorio específico para realizar sesiones de entrenamiento a catadores.
No es hablar de ciencia de ficción si unimos las palabras alimentación y tecnología en una misma frase. Los productos que ponemos en nuestra mesa llegan a ella de diferentes orígenes como el campo, las fábricas o sí, desde un laboratorio. Y no por ello tiene que ser perjudicial. Disciplinas como la química, biología, física… incluso las matemáticas se convierten en imprescindibles para diseñar productos y procesos en la industria alimentaria. El sector de la alimentación es tan importante que en Infinitia disponemos de un equipo experto dedicado a ello.
En el desarrollo de la ingeniería de alimentos es prioritario el papel de la microbiología y la aplicación de conocimientos de otras ciencias como la ingeniería mecánica o agrícola a los materiales de los alimentos. Porque aquí se trata a los alimentos desde esa perspectiva, como materiales. Bien lo saben nuestras compañeras Regina de Diego y Elena Díaz, especialista en ingeniería de alimentos y nutricionista especializada en tecnología de alimentos, respectivamente.
La función principal de los ingenieros y tecnólogos de alimentos, ingenieras y tecnólogas en nuestro caso, se centra en aportar sus conocimientos y capacidades tecnológicas de base a la cadena de producción e introducción en el mercado. Todo ello teniendo en cuenta criterios orientados a la rentabilización y optimización de los productos o servicios, sin dejar de lado la calidad y valores nutricionales de los mismos.
La ingeniería de alimentos concentra una diversa variedad de actividades en las que éstos intervienen de cualquier tipo y en todas sus formas posibles. “Podemos estudiar el grado de afección de nuevas tecnologías desde el punto de vista nutricional o sensorial, por ejemplo”, explica Elena Díaz. El estado del alimento no es un obstáculo, sino una posibilidad más, “es posible analizar elementos crudos o que se encuentren en alguno de los puntos de la cadena de valor”, añade.
El equipo de tecnología de alimentos puede desarrollar su trabajo en diferentes niveles relacionados con la calidad, conservación, diseño, formulación o presentación. Para ello es fundamental la disposición y uso de modernas herramientas, instrumental necesario, así como conocimientos profundos con el fin de ofrecer o mejorar novedosos productos o procesos. En esta área no es un objetivo principal la fabricación, sino el apoyo que Infinitia representa en la cadena de valor para una empresa.
Las necesidades y demandas actuales por parte de la población varían constantemente, aunque en la actualidad es la alimentación saludable y con los menores impactos negativos sobre el medio ambiente las que están experimentando un mayor auge. Con el fin de llegar a estos objetivos, marcados por una empresa o el propio consumidor, la ingeniería de alimentos tiene a su disposición el estudio desde diferentes características como son: la nutricional, la físico-química, la microbiológica y la sensorial.
“Es posible diseñar un tratamiento y aportar mayor seguridad a un alimento”, afirma Regina. De esta forma a través de la ingeniera forense, de la que Infinitia es especialista, sería factible “alargar la vida útil”, multiplicando de esta forma su utilidad y rendimiento.
Es significativo destacar el aspecto sensorial porque… ¿no se come a veces por la vista o por un recuerdo? En Infinitia disponemos de un laboratorio específico en el que se pueden realizar sesiones de entrenamiento a catadores, además de poder realizar calibraciones dirigidas a cuantificar y examinar la percepción en el consumidor final.
Mediante el prototipado es posible validar y adecuar un alimento a los criterios más saludables y de este modo convertirlo en productos que contengan menos elementos dañinos y sean más digestivos para el organismo. La alimentación abre así un abanico de posibilidades casi ilimitado para trabajar en el que se combinan diferentes metodologías al gusto de quien las solicite.
El equipo de ingeniería y tecnologías de alimentos en Infinitia
Regina de Diego: “ Lo más interesante es la multitud de desafíos que presentan los alimentos cuando hablamos de innovación. Cada alimento es diferente y presenta características únicas, las cuales estamos obligados a conocer en profundidad si queremos crear o mejorar cualquier ventaja nueva. Nuestra misión es adaptar cualquier procesado lo mejor posible en beneficio a la vida útil y calidad nutricional del producto y repercutir positivamente al productor”
Elena Díaz: “Disfruto exprimiendo mis conocimientos en nutrición y dietética para ponerlo al servicio de la tecnología de alimentos. Creemos que la innovación en alimentos es esencial para mejorar procesos en todos los peldaños de la industria alimentaria y poder ofrecer, en última instancia, mejores opciones al consumidor en términos de salud, percepción sensorial y respeto al medio ambiente. Por ello, en cada proyecto trabajamos para entender las necesidades del cliente, orientando nuestras actividades en el desarrollo de metodologías, procesos o formulaciones que ofrezcan beneficio tanto a nuestro cliente y como al consumidor final”