La desinfección de superficies sirve para eliminar los agentes patógenos en las superficies y, a su vez, para evitar la propagación de bacterias.
El acto de desinfectar las superficies con regularidad es una excelente fórmula de prevención y control de enfermedades y es una buena práctica de higiene general. La frecuencia de la desinfección depende enteramente del potencial de riesgo, aunque la desinfección rutinaria regular es aconsejable para la mayoría de las industrias. Pero, ¿cuáles son los mejores métodos de desinfección de superficies?
En este artículo realizaremos un recorrido por los distintos tipos de desinfectantes de superficies más efectivos y menos contaminantes.
¿Por qué es importante realizar una desinfección de superficies?
La desinfección de superficies se lleva a cabo para prevenir la transmisión de infecciones.
Los métodos de esterilización reducen la posibilidad de que las bacterias se propaguen por el lugar de trabajo, los suelos, las paredes, los productos, etc., lo que a su vez, reduce el número de enfermedades.
Existen diferentes técnicas de desinfección de superficies: desde las más tradicionales -en las que se usan productos químicos y desinfectantes que no solo pueden reducir las propiedades de los productos, sino también ser perjudiciales para el medio ambiente y afectar a la salud-, hasta las soluciones más novedosas y efectivas, que son las que utilizamos en INFINITIA y son las que veremos a continuación.
Desinfección de superficies con ozono
La desinfección con ozono es un método de esterilización de superficies, así como de las micropartículas que flotan en el aire, esporas de moho, hongos, ácaros del polvo e incluso chinches.
Durante el ciclo de desinfección con ozono, el gas ozono llena rápidamente el área cerrada y la tercera partícula atómica del ozono se adhiere a las bacterias, el moho, los hongos, los virus y otras materias orgánicas de las superficies, los objetos, los tejidos o las micropartículas que flotan en el aire. Este proceso de oxidación elimina el tercer átomo de oxígeno que existe en el ozono (O3). Lo que queda es una zona totalmente desinfectada en la que el único residuo es Oxígeno (O2) fresco y limpio.
Desinfección de superficies con UV
La capacidad de crear artificialmente luz UV en las longitudes de onda correctas con lámparas nos da el poder de desinfectar una variedad de líquidos, así como el aire y las superficies.
La desinfección UV es un método de desinfección sin productos químicos que utiliza luz ultravioleta de longitud de onda corta para inactivar los microorganismos mediante la alteración de su ADN. En este sentido, la luz ultravioleta puede penetrar en la pared celular de un microorganismo, alterando permanentemente la estructura del ADN en cuestión de segundos y sin dejar subproductos químicos como resultado. Gracias a ello la mayoría de los sistemas de desinfección UV no requieren productos químicos, tan solo la aplicación correcta de las lámparas germicidas.
La luz ultravioleta ocupa un rango muy estrecho en el espectro electromagnético y, aun así, se divide en diferentes longitudes de onda que son más cortas que la luz visible.
Las lámparas germicidas son eficaces contra las bacterias, los mohos, las esporas, las bacterias y los virus.
Por otra parte, a la hora de llevar a cabo la desinfección por medio de la luz ultravioleta hay que tener en cuenta la dosificación precisa y dirigida. Se utiliza para calcular el tipo de lámpara UV que se necesita para las distintas aplicaciones. Es decir, el tiempo que deben estar expuestos a la luz ultravioleta para la desinfección del aire, así como los diferentes líquidos o las superficies. De igual forma, la dosificación tiene en cuenta la intensidad de los rayos UV que emiten las lámparas, la transmitancia de los rayos UV del agua, el aire o la superficie y el tiempo de exposición de la sustancia a desinfectar a la luz ultravioleta.
Desinfección y esterilización con plasma
El plasma reduce las concentraciones de patógenos al entrar en contacto con las superficies contaminadas.
El plasma destruye las bacterias, los virus, los hongos y también elimina las toxinas y otros contaminantes orgánicos. De hecho, lograr una esterilización completa gracias a una exposición prolongada al plasma es posible.
El plasma atmosférico frío, químicamente activo, desencadena una multitud de procesos físicos y químicos. La descomposición de las moléculas orgánicas de los microorganismos vivos se consigue, por un lado, mediante el bombardeo con electrones, iones y especies químicas neutras de corta duración y, por otro, por el efecto oxidante de las especies químicas altamente reactivas del plasma. Además, el bombardeo de iones rompe los enlaces de hidrógeno de las moléculas orgánicas. Esto conduce a una reducción de las impurezas orgánicas ultrafinas y de los gérmenes hasta la completa esterilización y desinfección de las superficies tratadas.
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