El Congreso de los Diputados aprobó en abril la Ley de Residuos y Suelos Contaminados. Con ella, lo que se pretende es prevenir y reducir el impacto de determinados productos de plástico en el medio ambiente, avanzando así hacia productos sostenibles y una economía circular. “La ley, que es ambiciosa, propone hacer una separación entre residuos domésticos, textiles, aceites, residuos peligrosos, bioresiduos o material de construcción. Es algo que ya se está haciendo, pero se facilitan más recursos y contenedores para ello”, expresa de manera resumida Javier Sanz, CEO de INFINITIA.
La normativa surge para cumplir con los objetivos europeos en temas de sostenibilidad. La Unión Europea impuso hace más de una década que todos sus miembros debían reciclar en 2020 el 50% de sus residuos municipales. Sin embargo, en esa fecha, España estaba en el 36%, según datos de Eurostat. Con el nuevo reglamento, se veta la comercialización de determinados utensilios de plástico de un solo uso como pajitas, vasos y platos, además de que se crea un impuesto para los mismos. De esta forma, se fomentan alternativas reutilizables o elaboradas con otros componentes.
Ahora bien, para medir la duración de cualquier producto, es importante recurrir a los análisis de ciclos de vida. “Son el estudio de toda la vida global de un producto”, precisa Eva Pacheco, consultora de polímeros en INFINITIA. “Abarcan desde dónde se extrae la materia prima, hasta los procesos de producción, mantenimiento, reutilización y reciclaje; esto es, cómo se deposita en un vertedero y qué se hace con él una vez acaba su vida útil”.
En esta línea, Pacheco ha revisado algunos análisis de ciclos de vida de productos hechos con materiales alternativos al plástico, entre los que nombra el papel, el tetrabrik, los bioplásticos, el aluminio o la madera. “Las conclusiones dicen que el problema de la gestión de residuos sigue estando ahí. Aunque tú tengas un material que no sea de plástico, si es de un solo, vas a tener que seguir gestionando esos residuos; pueden reducirse por cambiar el material, pero no desaparecen. El problema de gestión sigue estando presente”, explica. Por este motivo, aconseja que “no hay que sustituir uno por otro material si no reducir el uso de productos desechables”, ya que “es lo óptimo según el análisis de ciclo de vida”.
Las cosas cambian cuando el material es reutilizable, pues es cuando “se reduce el impacto”. De la otra forma, según defiende Pacheco, “a veces incluso es mejor el plástico, por ser más ligero y compacto que el cartón, por ejemplo”. “En cómputo global, no hay tanta diferencia entre plásticos u otro material alternativo si ese producto es de un solo uso”, reivindica.
En cuanto a la Ley de Residuos, hace referencia a que “se centra en reducir el uso del plástico, pero no ataca que sus alternativas, seguramente no sean tan buenas desde el punto de vista ecológico”. “Con la propuesta, reduces tener que tratar con los residuos de plástico y evitas que muchos terminen en el mar, pero si fomentas el uso de un solo material, ese otro también hay que gestionarlo de alguna forma porque si no va a acabar en el mismo lugar”, relata.
En INFINITIA somos responsables con la selección de los materiales de los productos. De esta forma, ofrecemos la posibilidad de repensar el diseño para que esos productos sean, desde su confección, sostenibles y, por tanto, fácilmente separables y reciclables una vez termine su vida útil.
“No es una cuestión de demonizar el plástico porque es algo bueno. Se pueden optimizar las características del producto para que no haya necesidad de usar tanto o hacer algo más fino. También, siempre estarán los materiales alternativos, que se pueden contemplar según las necesidades y uso final del producto”, concluye Sanz.
Si estás pensando en desarrollar tu producto y quieres hacerlo de manera sostenible, pensando también en su reutilización y reciclaje, ponte en contacto con nosotros. Estaremos encantados de aconsejarte y ayudarte.