La reingeniería de procesos consigue reducir los costes tanto en una organización como a la hora de desarrollar un producto. A la vez, se centra en eliminar procesos empresariales redundantes y reorganizar el flujo de trabajo. En este artículo te explicamos en qué consiste y cuáles son los pasos que se requieren para llevar a cabo la BPR (Business Process Re-engineering).
¿Qué es la reingeniería de procesos?
La reingeniería de procesos consiste en el acto de cambiar las principales funciones de una organización con el objetivo de aumentar la eficiencia, mejorar la calidad del producto y disminuir los costes. Comienza con un análisis en profundidad de los flujos de trabajo para la identificación las áreas clave que necesitan mejoras significativas.
La reingeniería de procesos empresariales se hizo popular en el mundo de los negocios en la década de 1990, inspirada por un artículo publicado en la Harvard Business Review por Michael Hammer. Su postura era que demasiadas empresas automatizaban procesos fundamentalmente ineficaces, en lugar de crear algo diferente y basado en las nuevas tecnologías.
Como cualquier otro proyecto que implique eficacia e innovación de materiales, la reingeniería de procesos empresariales necesita un equipo de personas altamente cualificadas para llevar a cabo los pasos que veremos en este artículo.
¿Cómo funciona la reingeniería de procesos empresariales?
La Reingeniería de Procesos es una iniciativa de cambio que funciona de gran manera en el diseño e innovación de materiales. Su metodología se basa en las cuatro áreas fundamentales que se exponen a continuación:
- Reenfoque: alinear los valores de la empresa con las necesidades y demandas de los clientes.
- Rediseño: redactar y diseñar los procesos principales para permitir mejoras utilizando los últimos avances tecnológicos.
- Reorganización: pensar en las necesidades básicas de la organización y en los problemas a los que se enfrenta la gente con el sistema actual.
- Mejora: tener en cuenta todos los procesos empresariales de la organización y trabajar para mejorarlos.
Etapas de la reingeniería de procesos
1. Definir el estado actual
Buscar y repasar los lugares del proceso del trabajo en los que pueden producirse atascos que reduzcan la eficiencia y aumenten los costes.
2. Identificar las carencias
Establecer indicadores clave de rendimiento (KPI) que te ofrezcan una idea de cómo alcanzar los objetivos. Aunque los KPIs suelen variar en función del proceso que se esté optimizando, los siguientes pueden resultar muy útiles tanto para identificar las carencias a lo largo del proceso como para implementar futuros objetivos:
- Fabricación.
- Duración del ciclo.
- Tiempo de cambio: tiempo necesario para cambiar la línea de fabricación de un producto a otro.
- Tasa de defectos: porcentaje de productos fabricados defectuosos.
- Rotación de inventario: el tiempo que tarda la línea de fabricación en convertir el inventario en productos.
- Mantenimiento planificado y de emergencia: proporción de veces que se realiza el mantenimiento planificado y el mantenimiento de emergencia.
- Tiempo medio de reparación: tiempo medio necesario para reparar el sistema, producto o aplicación.
- Desarrollo de producto: elementos, materiales y necesidades concretas para desarrollar un nuevo producto.
Estos son algunos ejemplos, sin embargo, cada proyecto puede implicar KPIs diferentes. Una vez que estén definidos los KPIs exactos se tendrá que analizar cada proceso de forma individual.
3. Seleccionar un caso de prueba
En este paso será necesario buscar un proceso esencial que afecte a la eficacia para, a continuación, proponer un estado futuro que ayude a alcanzar los objetivos estratégicos de la innovación del producto.
4. Desarrollar y probar las hipótesis
A través de estrategias como el design thinking se pensará en nuevos flujos de trabajo y procedimientos para probar su eficacia.
5. Implantar el nuevo proceso
Una vez que se haya optado por la mejor solución, y después de probarla, será el momento de implementar las mejoras para asegurar el éxito de los cambios.
6. Evaluar el rendimiento
En este punto habrá que realizar un seguimiento del rendimiento del nuevo proceso. En este sentido, se pueden utilizar indicadores clave de rendimiento (KPI) para evaluar el impacto en comparación con el flujo de trabajo empresarial original, ya que el objetivo se centra en alcanzar mejoras estratégicas en los procesos de trabajo y en los productos.
Ventajas de aplicar la reingeniería de procesos
Existen múltiples beneficios en aplicar la reingeniería de procesos, entre los que se incluyen la reducción de costes y de tiempo al eliminar cualquier actividad improductiva. También mejora el flujo de información y del mismo modo, mejora la calidad del trabajo, del producto y del servicio estableciendo funciones claras de los procesos, lo que en última instancia repercute en el proceso global de forma eficaz.
Si se maneja adecuadamente, la reingeniería de procesos de negocio puede mejorar mucho cualquier tipo de organización y sector aumentando en gran medida los beneficios e impulsando el crecimiento.
En Infinitia queremos ayudarte a mejorar. Ponte en contacto con nuestro equipo de profesionales de innovación en materiales para que podamos ofrecerte la mejor solución.