¿Cuál fue el reto o problema a resolver?
Uno de los retos más interesantes que el equipo de ingeniería forense de INFINITIA ha afrontado surgió cuando uno de nuestros clientes recibió una reclamación de mercado porque uno de sus productos, en concreto, una tubería de plástico policarbonato (PC/ABS), se había fragilizado.
La dificultad del proyecto radicaba en cómo caracterizar de forma adecuada diferentes muestras para realizar un adecuado diagnóstico y sacar conclusiones acertadas.
Nuestro equipo de ingeniería forense comenzó el proyecto con una caracterización básica para localizar diferencias en la composición, los elementos orgánicos o las propiedades térmicas que pudieran indicar algún cambio en el material. Tras este trabajo, no se encontraron diferencias.
A continuación, empleando técnicas más avanzadas, se inspeccionó la superficie de las muestras para evaluar si se habían producido microgrietas y/o había presencia de contaminantes inorgánicos en la superficie. De nuevo, el resultado fue negativo.
El siguiente paso se orientó a identificar los compuestos absorbidos por cada muestra. Para ello, se recurrió a una técnica que fuerza la liberación de los compuestos de los materiales para recogerlos y analizarlos mediante cromatografía de gases. Este proceso permitió detectar diferencias en los compuestos liberados por cada tipo de muestra.
Con esta información, se hizo una búsqueda bibliográfica para determinar el origen de los compuestos liberados por la muestra que daba fallo. Se llegó a la conclusión de que el origen estaba en la exposición de las muestras a gases de disolventes de pinturas y que los compuestos liberados podían causar fragilización en la matriz polimérica.