¿Cuál fue el reto o problema a resolver?
En ocasiones, a la hora de seleccionar un acabado superficial para un producto se tiene más en cuenta la apariencia visual del material que sus propiedades. Como consecuencia, el comportamiento del material puede no ser el esperado y generar problemas o fallos.
A continuación, estudiamos las muestras utilizando un microscopio electrónico de barrido (SEM). La inspección visual con este equipo permite observar el deterioro producido en la superficie de los materiales con una gran resolución, de modo que se pueden observar diferencias que no es posible apreciar a simple vista.
Con los datos obtenidos elaboramos un informe final, en el que se detallaron los resultados acerca del comportamiento de los acabados superficiales evaluados, y a partir del cual, el cliente seleccionó el acabado óptimo de cara a la fabricación del producto.