¿Cuál fue el reto o problema a resolver?
Nuestro cliente precisaba comprobar el grado de protección de uno de sus productos frente al polvo y al agua. Para que esta comprobación fuera fiable, debía realizarse de acuerdo a la protección IP (Ingress Protection), un estándar internacional que mide los niveles de protección de un dispositivo ante estos elementos.
Tras realizar los ensayos de estanqueidad para el polvo y el agua, se verificó que en los objetos de ensayo no había entrado ni polvo ni agua y, por tanto, el cliente podía darle a su producto la certificación IP correspondiente.
Para realizar correctamente los ensayos de estanqueidad solicitados por el cliente, se realizó una prospección de la norma. Este estudio preliminar permitió conocer las condiciones y especificaciones técnicas referentes al grado de protección IP. Para el ensayo de penetración de agua había que emplear una boquilla específica y un caudal de agua determinado; por otra parte, para el ensayo de penetración de polvo era preciso conseguir un flujo continuo de partículas de un determinado tamaño, a la vez que se aplicaba presión de vacío sobre la pieza.
De cara a controlar los parámetros, se contó con el equipamiento de alta tecnología de nuestro laboratorio. En concreto, se utilizó un caudalímetro, con el que comprobamos el caudal necesario para la realización del ensayo de penetración de agua, y un vacuómetro, con el que se comprobó la presión de vacío que se aplicaba en la pieza.
Una vez diseñado el setup y establecidos los protocolos de la norma para los ensayos de penetración de agua y polvo, se desarrollaron las pruebas. Tras realizar los ensayos, se observó que no había entrado ni polvo ni agua al interior de las piezas, por lo tanto, éstas cumplían con el grado de protección necesario.