¿Cuál fue el reto o problema a resolver?
Uno de nuestros clientes necesitaba realizar un ensayo y envejecimiento acelerado para verificar que los recubrimientos de un proveedor cumplían con las exigencias técnicas necesarias para garantizar su uso prolongado y poder homologar el componente en unas condiciones de alta exigencia.
Este desafío requería evaluar la resistencia de los recubrimientos frente a ciclos intensivos que simulares las condiciones de operación durante diez años, asegurando su durabilidad, resistencia a la oxidación y mantenimiento de la apariencia estética. La complejidad residía en diseñar un ensayo que reprodujera de forma controlada, el envejecimiento acelerado en unas condiciones reales de uso, incluyendo factores como altas temperaturas, humedad, y exposición a productos químicos agresivos.
Para abordar este reto, el equipo de INFINITIA desarrolló un ensayo a medida que replicó con precisión las condiciones a las que los recubrimientos estarían expuestos. Este proceso incluyó simulaciones avanzadas que integraron ciclos de humedad y calor, pruebas frente a diversos agentes químicos, así como la evaluación de las propiedades mecánicas
Cada etapa del ensayo fue cuidadosamente diseñada para asegurar que las condiciones fueran lo más representativas posible, y se documentó de manera exhaustiva mediante herramientas de análisis visual y técnico, como fotografías y equipos de medición, que registraron variaciones en el color, el estado de oxidación y otros indicadores clave de rendimiento seleccionados por el cliente.
El éxito del proyecto residía en proporcionar al cliente un informe detallado que permitiera tomar decisiones sobre el proceso de homologación de los recubrimientos proporcionados por el proveedor.
¿Cómo se abordó o cuál fue la solución?
Para abordar este reto, el equipo de Ingeniería Forense de INFINITIA diseñó un plan de ensayo riguroso y bien estructurado con el fin de simular los procesos que suceden en condiciones reales, y a lo largo de los 10 años que se quería homologar el recubrimiento.
El proceso comenzó con una serie de ensayos en los que se sumergieron los componentes en baños térmicos de agua caliente, empleando siempre los productos químicos menos agresivos en esta fase inicial. Este enfoque prudente permitió obtener una primera evaluación del comportamiento del recubrimiento bajo condiciones controladas. Las variaciones en el color fueron medidas con precisión utilizando un colorímetro, los daños del material observados en el microscopio, y se documentaron visualmente los primeros signos de desgaste.
En una segunda etapa, las condiciones de prueba se intensificaron al incorporar productos químicos, incrementando la complejidad y la duración de los ciclos. Adicionalmente, se sometió los recubrimientos a un calentamiento en una mufla para evaluar la resistencia del recubrimiento frente a temperaturas elevadas e identificar posibles tensiones térmicas. Cada etapa del proceso fue cuidadosamente registrada, tanto a través de documentación visual como de datos cuantitativos, garantizando que todos los hallazgos fueran claros y concluyentes.
El resultado fue un informe técnico detallado que no solo proporcionó a nuestro cliente información clara y fiable sobre la calidad y la durabilidad de los recubrimientos evaluados, sino que también le permitió tomar decisiones informadas respecto a la homologación de los materiales de sus proveedores.
Este enfoque no solo resolvió el desafío inicial, sino que también aportó un valor añadido al permitir al cliente optimizar sus procesos de selección, y asegurar que sus productos finales cumplan con los más altos estándares de calidad, durabilidad y diseño.