¿Cuál fue el reto o problema a resolver?
El desafío al que se enfrentó el equipo de Innovación en Materiales de INFINITIA consistía en evaluar el comportamiento ante la corrosión que mostraban unos ensamblajes en los que estaba trabajando el cliente.
Este estudio estuvo motivado por la necesidad que tenía el cliente de mejorar el aspecto y funcionalidad de su producto mediante la incorporación de un componente adicional, fabricado con un material distinto al del resto del producto.
Para enfrentar este desafío, el proyecto se desarrolló en varias etapas clave. Inicialmente, se llevó a cabo una inspección visual de las muestras para garantizar que estuvieran en condiciones óptimas para el estudio, eliminando cualquier variable que pudiera distorsionar los resultados en los ensayos.
Seguidamente, la evaluación de la resistencia a la corrosión se realizó mediante técnicas electroquímicas avanzadas, utilizando un potenciostato conforme a la norma ISO 17475:2005. Este enfoque permitió detectar la presencia de corrosión y también predecir el inicio de esta, ofreciendo una comprensión cuantitativa y cualitativa superior a los métodos tradicionales.
El diseño del set-up de prueba fue un componente crítico del proyecto, dado que la geometría única de las piezas exigía una solución a medida. Esta personalización aseguró la realización de ensayos de manera precisa y reproducible.
Finalmente, el análisis de los resultados permitió estimar la velocidad de corrosión, por tanto la durabilidad prevista, y de esta forma comparar la resistencia entre los montajes propuestos por el cliente.
Este enfoque dio como resultado la selección del montaje más adecuado para la aplicación final del producto, consiguiendo evitar potenciales problemas a futuro, al demostrar de una forma científica y contrastada, qué montajes son los más adecuados.